Rachel Delice
Juegos educativos y cuentos personalizados con piedras o maderas, pintados a mano
Tipología de cuentos, para emplear en el aula:
Fábulas, mitos y leyendas, cuentos clásicos, abecedarios y cuentos inventados.
Áreas y especialidades, en las que el profesorado emplea los cuentos con piedras:
Experiencias, lenguaje, lógico-matemática, plástica, música, psicomotricidad, logopedia, NEE. Identidad y autonomía personal, lengua extranjera, cultura de Autonomías, educación ambiental, educación para la salud, educación vial, educación para el consumo, educación para la vida en sociedad,
Se puede decir que el valor educativo de los cuentos con piedras, radica en su poder de transmisión de roles, creencias y valores, lo que favorece el desarrollo social y afectivo del alumnado.
Por otra parte, es una herramienta motivadora y lúdica que permite vivenciar diferentes situaciones y aproxima al alumnado al lenguaje oral y escrito, favoreciendo el desarrollo del lenguaje comunicativo, estético y creativo y los procesos de atención, diálogo y escucha y permitiendo una aproximación al lenguaje escrito.
• Crea un clima que favorece el entretenimiento y la relajación
• Desarrollar el lenguaje no sólo en su aspecto comunicativo, sino estético y creativo
• Favorece el desarrollo afectivo, pues el niño/a, a través del cuento, podrá encontrar significado a los valores humanos y es un elemento catártico de sus angustias y temores.
• Favorece el desarrollo social en cuanto que le permite comprender roles y valores y es un medio de transmisión de creencias y valores
• Es un vehículo de la creatividad. A través de él el niño/a podrá inventar nuevos cuentos o imaginar y crear personajes
El cuento es educativo por la historia misma que relata. Podemos “crear” un cuento, en el que, héroe es un muchacho que deja a sus padres, parte solo, viaja, descubre el mundo y sufre pruebas que ha de superar para convertirse en adulto.
El reino del cuento, no es más que el universo familiar cerrado y delimitado donde se desarrolla el drama fundamental del hombre. El cuento tiene, desde esta perspectiva un FUNCIÓN INICIÁTICA y, por tanto, un valor pedagógico y didáctico
En nuestras civilizaciones occidentales donde predomina lo racional, el cuento rehabilita la «fantástica» y responde, en particular, a las necesidades de magia de los niños.
El cuento es una diversión y debe entrar en la clase como tal. Género oral y fundamentalmente emparentado con el teatro, necesita de una participación activa del conjunto de alumnos.
Con este recurso, se genera:
– Aspecto comunicativo: Comunicación, destreza en el uso de las palabras, ampliación de vocabulario, habilidades a la hora de interpretar, inventar, leer, etc.
– Aspecto emotivo: Se trabajan las emociones. Al inventar e interpretar uno de estos cuentos, hay que sonreír, poner caras de asombro, subrayar con énfasis determinadas preguntas, elaborar frases donde se desprenda suspenso y misterio, entablar una relación de complicidad con los personajes, improvisar y sobre todo, que los niños, además de participar en la invención del cuento, se lancen a hacer sus propios comentarios y conjeturas, en resumen, que se expresen.
Es importante que utilicen los personajes para que expresen sus deseos, se identifiquen y proyecten, cosa que los libera de angustias y tensiones. Progresivamente van experimentando sentimientos y valores universales, tan importantes para la educación de la vida.
Los cuentos les dan a los niños un marco de seguridad, confianza, y, autoestima.
Es importante que en los cuentos se equilibren las fuerzas opuestas, y que genere un aprendizaje. La intensidad de cada episodio debe compensarse, para que el niño pueda ver la evolución de los personajes, la fortuna de las conductas positivas, la posibilidad de estructurar cambios, etc.
El desenlace deberá ser agradable y deberá provocar una reflexión constructiva
Pasos a tener en cuenta en la narración de un cuento.
Se recomienda establecer una dinámica, que tenga un objetivo y unos procedimientos claros. Y no hay que olvidar la edad de los niños a los que va dirigido, así como sus intereses y demandas.
– En primer lugar, hay que crear un marco referencial. Situar a los personajes, darles una situación.
– En segundo lugar hemos de dar vida a los personajes, identificándolos y explicando que es lo que les está ocurriendo.
– Y finalmente, hay que formular un desenlace, cerrando el cuento.
Solamente el enseñante puede, en un permanente diálogo de clase, provocar el interés a través de una juiciosa selección de temas a tratar y de ejercicios a realizar.
Elección de los cuentos según la edad de los niños.
Como sabéis, cuando me encargáis un “Cuento con piedras”, podéis elegir la ilustración que irá en cada piedra y podéis basaros tanto en un cuento “ya escrito” y existente en el mercado o pedir uno “totalmente inventado” por vosotr@s, según vuestros gustos u objetivos.
– En los dos primeros años de vida, os recomiendo elegir el formato de “Cuentos en madera”. No obstante, como doy por supuesto que siempre existirá la supervisión vuestra, también os serviría el “Cuento con piedras”. En ambos casos, el tamaño del soporte (piedras o maderas), está pensado para evitar totalmente el peligro de atragantamiento, ante la eventualidad de que se lleven la piedra o madera a la boca y además, los materiales empleados, son de primerísimas marcas y catalogados como “NO TÓXICOS”.
Con esta edad, las ilustraciones o imágenes, deberían ser, simples, muy fáciles de identificar y atractivas.
El tamaño del formato es grande y ofrece posibilidades de utilización en diversos espacios: después de la comida, al ir a dormir, al dar un paseo en el parque, etc.
– A partir de los tres años, la pregunta estrella es ¿Por qué? Los niños comienzan a preguntarse cosas. Las acciones son lineales, así como los atributos de los personajes.
Los episodios que se les presenten, deberán ser de la vida más próxima a ellos, de su vida cotidiana: cocinar, lavar ropa, ir a comprar, arreglar cosas que se hayan roto, etc.
Los animales se humanizan, y su intervención les fascina. Generalmente, suelen imitar la voz de los personajes en cada secuencia, cosa que los acerca más aún a la narración. Suelen acompañarse con onomatopeyas.
– A partir de los cinco años, se afianzan los personajes fantásticos, en un marco de castillos, bosques encantados, fondos marinos, etc. Se estimula la estructura de episodios repetidos, lo que le da facilidad para seguir el argumento, sin perderse, encadenando la secuencia de la historia. La trama y las características de los personajes adquieren un valor relevante.
– Sobre los seis años aproximadamente, aparece la figura del héroe y de la heroína, y, comienzan a introducirse en la trama a personajes secundarios. La aventura, la emoción, los valores, el humanismo, arrebatan su entusiasmo. En estas edades tienen mucho éxito, las leyendas, las fábulas de animales, los cuentos fantásticos, los cuentos folclóricos, etc.
– A partir de los ocho años se interesan por la trama, se sienten parte activa de la historia, no pierden detalle de ella, y se mimetizan con los personajes. Suelen interesarse por cuentos o historias de carácter personal, histórico, preguntando a menudo que hay de cierto en ella.
Pueden construir las historias, como deseen y modificar finales, dándoles su propio matiz transformando a los personajes: por ejemplo, pueden convertir a un villano en héroe, hacer de un personaje egoísta uno muy bondadoso, de uno serio hacerlo divertido, etc.
Los cuentos permiten a los niños utilizar la imaginación. Esta funciona como cimiento del pensamiento y del lenguaje, y reacciona estimulando la creatividad, proyectándolos en el futuro y dando la posibilidad de revivir el pasado
(Parte de este texto, se ha obtenido de: http://actividadesinfantil.com)
Comprensión del cuento:
Después de la narración/invención del cuento, se realizará un sondeo, más o menos profundo, sobre la comprensión de palabras difíciles o raras y sobre las construcciones gramaticales delicadas.
Después, se pueden diseñar todo tipo de actividades para ahondar en la comprensión
. Por ejemplo:
— En las clases de preescolar y ciclo inicial, se puede pedir, dibujar o/y escribir las principales peripecias de la historia que se ha narrado. Se describen, se comentan, se eligen las mejores ilustraciones y se introducen en la escritura del cuento. No se trata de hacer un cómic, que tiene sus propias reglas, sino de realizar un relato ilustrado.
Por medio de observaciones y preguntas adecuadas, los alumnos llegarán a precisar las situaciones de lugar, de tiempo y el desarrollo de las peripecias o hazañas.
Los niños descubren y nombran al héroe y sus antagonistas, enumeran los atributos de ambos (edad, sexo, aspecto externo...) y los califican con un epíteto que pone de manifiesto su rasgo distintivo de carácter (astuto, noble, valiente, salvaje, etc.).
Si es el Educador el que narra el cuento, siendo un artista de la palabra, lo será también de todas las técnicas de expresión: corporal, del rostro, de la voz... El narrador o contador de cuentos imita los gritos de los animales, los cantos de los pájaros, el ruido del trueno y también la voz de los personajes: terrible, dulce, lastimera; su comportamiento es mimo.
Con todo lo anterior, podemos deducir, que estos cuentos con piedras, son de gran valor, como recurso didáctico para la transmisión de conocimientos curriculares, valores y creencias. en la etapa de Educación Infantil y suponen para los docentes uno de los medios más atractivos para introducir los distintos centros de interés, generando si lo queremos a partir de ellos, una gran variedad de actividades y convirtiéndose en un elemento integrador de los distintos temas transversales; siendo de gran utilidad, para trabajar la transversalidad en las aulas desde las diferentes áreas curriculares
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